El gluten, es una glicoproteína presente en muchos tipos de cereales de nuestra dieta habitual, como la cebada, el trigo, el centeno o la avena, los cuales les encontramos en productos como el pan, los cereales o la pasta.
En España, 1 de cada 100 ó 200 personas son celiacas, lo que supone el 1% de la población. De este 1% alrededor de un 85% no saben que padecen esta enfermedad. La celiaquía es una enfermedad autoinmune provocada por la ingesta de gluten. Para una persona celíaca puede desembocar en problemas intestinales, ya que su intestino delgado no absorbe la sustancia del gluten. La intolerancia al gluten se puede manifestar mediante el síndrome de fatiga crónica, anemia, osteoporosis, diarrea, constipación, distensión abdominal, depresión, problemas de piel como el acné, asma e irritabilidad.
El gluten para los corredores
Si un corredor es celiaco, la celiaquía se puede observar como una bajada del rendimiento durante la actividad. El corredor celiaco tiene un problema ante la dificultad de escoger productos sin gluten que le aporten la energía que necesita.
La aparición de nuevos tipos de trigo y de los cereales anteriores, hace que se dificulte el diagnóstico del gluten, por ello, algunas personas son diagnosticadas como “sensibles al gluten”, lo que se ha extendido en los últimos años.
Además, el gluten es un antinutriente que interfiere en la absorción de nutrientes y puede provocar trastornos en el organismo, ya que puede provocar déficit en minerales como el hierro, el calcio o el zinc. Por esta razón, los alimentos sin gluten están asociados con una alimentación más saludable.
No obstante si tiene una dieta equilibrada y completa y si no es celiaco o se le ha diagnosticado intolerancia al gluten, no es recomendable seguir una dieta de esta sustancia.
«El hecho de quitar el gluten no hace a una dieta más equilibrada».